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¿Se puede ser papá tras una vasectomía?

Algunos hombres deciden realizarse una vasectomía como método anticonceptivo permanente. Pero, en algunas ocasiones, dicha decisión puede verse afectada por un cambio de opinión.

A pesar de que recomendamos tomar la decisión de realizar la vasectomía tras mucho reflexionar y valorando seriamente todas las consecuencias, es posible que algunos hombres se arrepientan de dicha decisión por varios motivos: una nueva pareja con la que se desea iniciar un nuevo proyecto reproductivo, un cambio inesperado en la situación personal, laboral o económica del hombre/pareja o por otras razones.

En este post te explicaremos que sí es posible ser papá tras una vasectomía.

Para poder ser papá tras una vasectomía, lo más probable es que necesites acudir a un centro de Reproducción Asistida. En la vasectomía se cortan los conductos deferentes, que son los encargados de transportar los espermatozoides desde los testículos hasta la uretra. Por este motivo, si los conductos deferentes están cortados, los espermatozoides no logran salir a través del eyaculado, con lo que se imposibilita la fecundación de forma fisiológica.

Entonces, ¿cómo puedo ser papá si tengo la vasectomía?

Si bien es cierto que es posible revertir la vasectomía, este procedimiento requiere una cirugía en la que se vuelven a unir los conductos deferentes (vasovasostomía) y no siempre es efectiva. No obstante, gracias a la Fecundación In Vitro habitualmente podemos lograr un embarazo con hombres con vasectomía. En este caso, la única técnica capaz de lograr el embarazo es la obtención de los espermatozoides directamente del testículo mediante una biopsia testicular.

Si te decantas por una vasovasostomía (unión de los conductos deferentes mediante cirugía), posteriormente es recomendable realizar un seminograma para verificar presencia de espermatozoides en el eyaculado tras la intervención. En este estudio se analizan múltiples factores: en primer lugar, la presencia o ausencia de espermatozoides en el eyaculado. En caso de confirmar la presencia de espermatozoides, es importante también analizar:

    • La concentración espermática: se considera normal una concentración igual o superior a 15 millones de espermatozoides por mL.
    • La movilidad espermática: se considera normal una movilidad igual o superior al 32% de espermatozoides con movilidad progresiva.
    • La morfología espermática: se considera normal si las formas normales superan el 3%.

 

No obstante, en muchas ocasiones, no hay presencia de espermatozoides tras una vasovasostomía o su presencia se ve muy alterada en número, movilidad o morfología, reduciendo muchísimo las probabilidades de lograr un embarazo de forma espontánea.

Si se confirma que no hay presencia de espermatozoides en el eyaculado tras una vasovasostomía o si el paciente no desea realizar dicha intervención por las bajas posibilidades de éxito que tiene se puede optar por una biopsia testicular. Para ello, será necesario realizar una cita con el andrólogo, en la que se realizará una exploración del tamaño y consistencia de los testículos y una analítica de sangre para determinar tus niveles hormonales, que determinará si la biopsia testicular es una buena opción en tu caso.

En la biopsia testicular se realiza una pequeña incisión en el testículo tras aplicar anestesia local. Este fragmento es disgregado en el laboratorio con el fin de localizar los espermatozoides que se están formando en dicho tejido. Si se confirma la presencia de espermatozoides en el tejido testicular, se puede proceder a realizar una Fecundación In Vitro con los ovocitos de la pareja o de una donante de óvulos.

Es importante saber que los espermatozoides logran la movilidad progresiva a través del epidídimo, de manera que los que se consiguen directamente del testículo no tienen esa capacidad. Por este motivo, la técnica de fecundación empleada por lo embriólogos será siempre la microinyección espermática o también conocida como ICSI. Esta técnica consiste en seleccionar el espermatozoide de mejor calidad (mejor morfología y movilidad) e introducirlo dentro del ovocito mediante una microinyección. De esta manera, solventamos la imposibilidad que tiene el espermatozoide de fecundar al ovocito por sí sólo al no poseer la movilidad progresiva que requiere la fecundación.

Así pues, si te encuentras en esta situación y necesitas más información de la mano de un profesional de confianza, te invitamos a que pidas hora con uno de nuestros andrólogos para que pueda explicarte con mayor detalle cuál es la técnica más indicada para ti.

 

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